domingo, 27 de marzo de 2011

REALISMO: Corot, Courbet, Millet, Rousseau

  • Se desarrolló a partir de la mitad del S XIX, aproximadamente desde 1848.
  • Máximo esplendor en Francia.
  • Busca representar el mundo del momento de manera verídica, objetiva e imparcial dejando de lado la idealización.
  • Se deja de lado los temas sobre naturales y mágicos siendo reemplazados por temas corrientes y la representación de escenas cotidianas.
  • Profundo sentido de la naturaleza, interpretándola desde sus frutos hasta el trabajo del hombre sobre ella.
  • Claridad en la paleta; poco trabajo de claroscuro.
El Realismo es una corriente artística que se desarrolló a mediados del siglo XIX y que alcanzó su máximo esplendor en Francia. Se caracteriza por que los artistas dejaron a un lado los temas sobrenaturales y mágicos y se centraron en temas más corrientes. Los principales sujetos pictóricos fueron los de la vida cotidiana. 
El objetivo del Realismo era conseguir representar el mundo del momento de una manera verídica, objetiva e imparcial. Por lo tanto, el Realismo no puede idealizar. 

Camille Corot

 
Jean-Baptiste Camille Corot nace en París en 1796. Sus primeros años de aprendizaje fueron dentro del academicismo imperante, pero en 1825 se traslada a Italia, instalándose durante dos años en Roma. La campiña romana se convertirá en su lugar de inspiración, interesado por la luz y los valores tonales. Los bocetos realizados son espontáneos, a diferencia de los paisajes compuestos en el estudio. Desde Francia realizó numerosos viajes, volviendo a Italia en varias ocasiones. Hacia 1850 la pintura de Corot sufre un importante cambio, variando hacia un estilo más nebuloso y artificial, que provoca una mayor aceptación entre el público y la crítica. Sus retratos y estudios están libres de este nuevo tratamiento. Siempre se preocupó por ayudar a los jóvenes artistas, pero su humanidad no quedó ahí: ayudó a Daumier cuando se quedó ciego o a la viuda de Millet. Corot falleció en 1875. 
 El puente de Nantes

Fecha: 1868-70
Material: Oleo sobre lienzo

Corot descubrió la luz en Italia. Su inquietud viajera volvería a llevarle a Italia en 1834 y 1843, país que le había cautivado. Pero también recorrió incansablemente numerosos rincones franceses, pintando tanto paisajes normandos y borgoñones como edificios monumentales -La catedral de Chartres-, pasando por la representación de lugares simplemente evocadores del tipo de El viejo puente de Nantes que aquí podemos contemplar. Corot empleaba en su método de trabajo la toma de apuntes del natural, a los que proporcionaba un lirismo especial. No de otro modo podría ser si se tiene en cuenta esta confesión del artista: "Mientras busco la imitación concienzuda, no pierdo ni un instante la emoción... Lo real es una parte del arte, pero el sentimiento lo completa. Si estamos verdaderamente conmovidos, la sinceridad de nuestra emoción se transmitirá a los demás".
Fuentes de información:
http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/pintores/1634.htm
http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/cuadros/8384.htm
Material aportado por la docente

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